LOS CARTELES
Capítulo 6
La retirada rusa permite a los ejércitos alemanes penetrar centenares de kilómetros en direccíon a Moscú. Pronto toda Ucrania se convierte en presa alemana. Hitler se imagina que la población ucraniana se unirá entusiásticamente a los invasores contra los déspotas de Moscú, pero el escaso tacto de los gobernantes alemanes la enfrentará bien pronto con el nazismo.
URSS: "¡Combatientes del Ejército Rojo, salvanos!". (Moscú, Galeria Tetryakov)
Como Napoleón, el dictador alemán se ha dejado atraer por el espejismo de la capital soviética, con la presunción de que la caida de Moscú provocará la rendición de la URSS.
Los rusos hacen lo que siempre han hecho en situaciones análogas: retroceden ante el enemigo que avanza, dejando tras de sí "tierra quemada". Su inmenso país puede absorver en profundidad el choque de una invasión, y esto permite preparar la contraofensiva. Es la primera fase de la que Stalin ha denominado "la gran guerra patriótica". Los carteles tienden a hacer comprender a los rusos que no hay que perder la certeza de que al final el enemigo será vencido.
¡"Napoleón fue derrotado. ¡Ahora le tocará el turno a la soberbia de Hitler"!, se lee en el cartel de abajo. En el de arriba figura el llamamiento al pueblo ruso.
URSS: "Napoleón fue derrotado, ¡Ahora le tocará el turno a la soberbia de Hitler!"
URSS: "Plan para el cerco y conquista de Moscú". (Moscú, Galeria Tetryakov)
La maniobra del Ejército Rojo, dura y firme como un par de tenazas, detiene a su vez la maniobra envolvente ideada por Hitler contra la capital soviética, y hace desvanecerse los planes del Führer. En el destrozado documento se lee: "Plan para el cerco y conquista de Moscú".
Pero los rusos no deben tener miedo. Hace años que el culto a la personalidad de Stalin está "lavando el cerebro" al pueblo, y la reconfortante imagen del dictador, calmado y sereno, sonrie desde las paredes de todas las ciudades, como en este cartel que estimula a volver a la producción de antes de la guerra.
URSS: "Marchemos hacia la abundancia". (Moscú, Galeria Tetryakov)
ALEMANIA: "¡Stalin, el asesino e incendiario, ha perdido la guerra!" (Coblenza, Bundesarchiv).
En el periodo en que los alemanes esperaban todavia que los ciudadanos soviéticos se aprovecharian de la invasión nazi para derribar la dictadura de Stalin y aceptar el mensaje del nuevo dueño, Hitler.
Pero los rusos se mostraron por lo general refractarios a las ideas alemanas, y se inmolaron en defensa de su pais olvidand los sufrimientos y los sacrificios que el régimen comunista les habia impuesto. En vano los alemanes trataron de convencerles de que "Stalin, el asesino e incendiario, ha perdido la guerra" (cartel de arriba). A pesar de todo, la fidelidad de los ciudadanos soviéticos a la Madre Rusia será ejemplar.
Inglaterra ya no está sola en la lucha contra el Tercer Reich. Hitler ha cometido la irremediable imprudencia de abrir un segundo frente al este, y se ha comprometido en una nueva campaña llena de incognitas contra la URSS. Los ingleses, seguros ya de haber superado el riesgo de un desembarco alemán, organizan la contraofensiva. Saben que la pelea será dura, porque Alemánia ocupa casi toda Europa, a la que está transformando en una verdadera fortaleza, pero las pruebas parecen acrecentar las virtudes guerreras británicas.
La propaganda lleva el patriotismo a su extremo, y es lógico que se fije sobre todo en el mar, el inmenso teatro en el que Gran Bretaña tiene en juego su predominio.
INGLATERRA: "¡Apoyadles!" (Milán Museo del Risorgimento).
Los U-Boote constituyen un terrible riesgo para los barcos ingleses, pero la RAF demuestra que los submarinos alemanes no son invencibles. El cartel de arriba, que forma parte de la serie: "¡Apoyadles!", muestra a un avión del Mando Costero que capturó al submarino U-570. El cartel de abajo ilustra la necesidad de ahorrar transportes marítimos.
INGLATERRA: "La recuperación de materiales ahorra fletes". (Milán Museo del Risorgimento).
INGLATERRA: "¡Apoyadles!" (Milán Museo del Risorgimento)
No sólo anuncian ya los ingleses que son capaces de bombardear regularmente Berlín, según muestra la ilustración, sino incluso que han alcanzado el distrito de la Cancilleria, en el corzón de la capital alemana. En realidad se trata más bien de propaganda. La violencia de los bombardeos ingleses sobre la capital de Hitler está muy lejos de ser la que tuvieron los bombardeos alemanes sobre Londres, pero imágenes como ésta reaniman a los londinenses que pasan las noches en los andenes del "metro". El cartel siguiente estimula el enrolamiento en la marina mercante, permite la supervivencia de Inglaterra.
INGLATERRA:"La linea vital está segura gracias a la marina mercante" (Milán Museo del Risorgimento)
INGLATERRA: "¡Apoyadles!" (Milán Museo del Risorgimento)
Los ingleses empiezan a extender la ofensiva aérea contra las ciudades alemanas. Esta especial forma de guerra, que irá aumentando en importancia con el paso del tiempo, está a cargo del Bomber Command británico, que inexorablemente alcanza los centros neurálgicos de la industria alemana y lleva los horrores del conflicto al corazón mismo del Tercer Reich.
Cuando los primeros bombarderos atacan los muelles del puerto báltico de Lübeck (cartel de arriba), la propaganda inglesa celebra la acción como una gran victoria. En realidad, éste es, por el momento, el único medio eficaz de contrarrestar la ofensiva alemana contra los convoyes ingleses en el Atlántico y el Mar del Norte.
INGLATERRA: "El ataque empieza en la fábrica" (Londres Imperial War Museum).
Todavia se cree que será posible reducir la producción naval alemana bombardeando los astilleros (arriba), pero luego se sabrá que en general la importancia estratégica de los bombardeos aéreos fue muy inferior a la esperada. Por parte alemana se reaccionó aumentando las baterias antiaéreas y ordenando a los ciudadanos respetar rigurosamente las normas de oscurecimiento, porque, como indica el cartel siguiente, "el enemigo ve tu luz".
ALEMANIA: "¡El enemigo ve tu luz! ¡Oscurécela!". (Coblenza, Bundesarchiv).
Edited by Lince_246 - 1/7/2011, 15:42
